Épocas para darse a la bebida

Los datos no son alentadores, los intereses y las deudas se amontonan con lo que nos cuesta cambiar nuestros hábitos y renunciar a nuestros "lujos de a pie". Que si salir a cenar un día con tu persona especial, que si comprarte un bolso de estos que causan estragos en la economía o cambiar las cortinas, o por qué no, presentarle al salón ese gran sofá en piel, replena de productos nobles que harían de tu vida una vida mejor.
Que lástima que el mundo se haya convertido en consumo y que lo que nos satisfaga no sean esas pequeñas cosas que tan felices nos hacen sentir y llegan a nuestra esencia, tomando visa en mano!
Al menos, me creo consciente de este hecho e intento renunciar y "repensar" las cosas apreciendo los pequeños caprichos y yenándome de orgullo cuando soy capaz de disfrutar por apenas unos euros o de forma gratuita.
Seguiré intentando equilibrar mi sentido y sensibilidad para llevar a cabo un "trabajo" satisfactorio.
¿Tomamos una copa?
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio