Los días pasan...

Me siento feliz de asentar el recuerdo de una vida desde el cariño y desde la felicidad de los buenos momentos.

El domingo me pensé morir, fue todo horriblemente traumático. Pero hoy, tan solo dos días después no deja de venir a mi mente la imagen de mi "rusquill" con medio palmo de lengua fuera, o cuando quería relamer los yogures o me pedía que la subiera al sofá...

O cuando íbamos al corte inglés, ense inflaba como un pavo al ver que todas sus "amiguitas" (las dependientas) le hacían un caso digno de reconocer.

Cada día el sentimiento es mejor, las aguas las siento más calmadas y me siento feliz de haberla disfrutado al máximo, de haberle dado lo mejor de mi y toda una vida no será suficiente para agradecerle lo feliz que me ha hecho, la entrega incondicional que nos ha dado.

For-ever-in-my-mind...