Que fiestorro el de anoche...
¡Va por ustedes!
Como no, los finales de noche siempre son carentes de glamour, más que nada, porque el sudor llevóse el maquillaje, las arrugas poseen a tu modelito de la noche y un sin fin de cosas por decir...
No obstante cuando eso sucede no es más que un buen síntoma, ha sido una gran noche de risas y diversión, como no podía ser de otra manera en la despedida de mi amiguita del alma.
PD
A los diez minutos yo yacía en el coche de mi señor marido, con los pies en estado catatónico, sin actividad cerebral... muertos! Hoy no puedo caminar y estoy en la cama, eso si, con marco poniendome aloe vera y haciéndole unos masajitos a mis pinrelitos... te quiero amor! :*
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